
Algunas personas, cuando se hallan acostadas dispuestas a dormir, notan una imperiosa necesidad de mover las piernas o sienten un hormigueo molesto. Este problema se conoce como un trastorno del sueño denominado Síndrome de Piernas Inquietas (SPI).
Desde Arama Natural os explicamos en qué consiste el Síndrome de Piernas Inquietas, cuáles son sus causas y síntomas, cómo poder afrontarlo y qué productos con ingredientes de origen natural os pueden ser de ayuda para poder descansar.
¿Qué es el Síndrome de Piernas Inquietas?
Según la Sociedad Española del Sueño, el Síndrome de Piernas Inquietas (o Enfermedad de Willis-Ekbom), el SPI es un trastorno neurológico que afecta a los sistemas sensitivo y motor que se define en base a varios criterios diagnósticos mayores, siendo estos:
- Necesidad imperiosa de mover las piernas, generalmente acompañada o causada por una sensación desagradable de dolor, hormigueo, ardor o malestar en las piernas. Se produce en más del 80% de los casos.
- Los síntomas aparecen y se agravan en situaciones de inactividad, como estando sentados o tumbados.
- Los síntomas desaparecen o mejoran sustancialmente con el movimiento o el estiramiento de las piernas, al menos mientras dura la actividad.
- Clara existencia de ritmo circadiano, apareciendo o empeorando estos efectos por la tarde y anochecer.
¿Qué incidencia tiene el Síndrome de Piernas Inquietas?
Actualmente el SPI afecta a entre el 10-15% de la población adulta[1], lo que se traduce en más de 4 millones de personas alrededor del mundo. En España, esta afección afecta entre el 3 y el 10% de la población y en muchos casos, se padece sin ser conscientes de ello.
Este trastorno aparece indistintamente en hombres y mujeres mayores de 35 años, sin embargo es más común en mujeres de 40 a 50 años.
¿Qué causa el Síndrome de Piernas Inquietas?
A pesar de su gran incidencia, el Síndrome de Piernas Inquietas no es únicamente un trastorno desconocido por la sociedad general, si no también por la médica.
Aunque se han detectado algunas posibles causas de su aparición, no se ha conseguido hallar de manera concreta el motivo que lleva a padecerlo, por lo que se plantean las siguientes:
- Neuropatía de los nervios periféricos (lesión nerviosa).
- Altos niveles de ácido úrico en sangre.
- Desequilibrio metabólico del hierro (o anemia).
- Descenso de la producción y liberación de dopamina (neurotransmisor encargado de la coordinación de los movimientos).
- Predisposición genética. En 1 de cada 3 casos de SPI se encuentran antecedentes familiares.[2]
- Diabetes.
- Problemas renales.
- Factores psicológicos como estrés o ansiedad.
- Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
¿Qué consecuencias puede provocar el Síndrome de Piernas Inquietas?
Debido a la incapacidad para poder descansar adecuadamente y sufrir dolores y malestar constante, las personas afectadas por SPI pueden sufrir las siguientes consecuencias en su calidad de vida:
- Dolor en las extremidades.
- Cansancio y/o somnolencia
- Depresión y/o mal humor.
- Bajo rendimiento laboral o escolar.
- Reducción de la libido.
- Incapacidad para permanecer sentado o quieto durante largo tiempo (viajes largos, asistir al cine etc.).
¿Cómo se diagnostica el Síndrome de Piernas Inquietas?
Si tenemos en cuenta que además de las consecuencias que provoca, el SPI puede estar relacionado, como hemos comentado, con patologías como la Diabetes, problemas circulatorios o renales, entre otros, es fundamental que se realice un temprano y correcto diagnóstico.
El SPI se diagnostica mediante exploración clínica consistente en evaluación neurológica, estudio de los antecedentes clínicos y del relato de los síntomas, así como de analíticas de sangre para identificar posibles alteraciones renales, anemia o diabetes.
¿Cómo calmar el Síndrome de Piernas Inquietas?
Además de tener en cuenta las posibles causas de este trastorno para poder actuar en consecuencia, podemos seguir diversos hábitos diarios que contribuirán a evitar y calmar sus efectos:
Ejercitar las piernas, caminar y estirarlas.
La práctica diaria de ejercicio moderado es beneficiosa para muchos aspectos de nuestra salud y no es distinto en este caso. Además del ejercicio regular mover las piernas antes de dormir, puede reducir las probabilidades de padecer episodios de movimientos involuntarios de las piernas.
Calmar el estrés.
Aunque como hemos apuntado, las causas concretas del SPI no se conocen, el estrés podría ser uno de los factores que lo agravan, por lo que es importante intentar relajarnos antes de dormir.
Tomar un baño caliente o realizarnos un masaje.
Tomar un baño caliente o realizarnos un masaje en las piernas no solo nos relajará a nivel general, si no que puede ayudarnos a relajar los músculos y evitar espasmos.
Usar calcetines para dormir y tener en cuenta la temperatura ambiente.
Algunas personas presentan mayor cantidad de episodios espasmódicos de las piernas según los cambios de temperatura, como por ejemplo, tener los pies fríos.
Reducir el consumo de cafeína, tabaco y alcohol y mantener una correcta alimentación.
Debemos evitar sustancias excitantes y comer adecuadamente, con el objetivo de reducir posibles deficiencias de hierro, ácido fólico o magnesio, que pueden contribuir a este síndrome.
Finalmente, ayudaros de productos naturales o suplementación puede ser una buena idea. ¡Os invitamos a conocer nuestros productos con ingredientes de origen natural que contribuyen al correcto funcionamiento del sistema nervioso!
[1] Daniel Picchietti y col. University of Illinois and Carle Clinic Association. (Agosto 2007) Pediatrics. Vol. 64. Núm. 2. Páginas 63-129. “Síndrome de las piernas inquietas: prevalencia e impacto en los niños y los adolescentes”. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-pediatrics-10-articulo-sindrome-las-piernas-inquietas-prevalencia-13112786
[2] M. Martínez García. Consultorio El Mirador. Centro de Salud de San Javier. (Febrero 2008). Medicina de Familia. SEMERGEN. Vol. 34. Núm. 2. Páginas 80-86. “Actualización en Medicina de Familia. Una revisión del síndrome de piernas inquietas”. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-actualizacion-medicina-familia-una-revision-13115949