¿Qué es la disfagia? 

En general la mayoría comemos, bebemos y tragamos de manera automática, sin pensar tan siquiera en el proceso. La deglución es un proceso esencial que realizamos de forma cotidiana y que implica el paso seguro y efectivo de alimentos y líquidos desde la boca hasta el estómago. Sin embargo, existen situaciones en las que este proceso puede verse comprometido, dando lugar a lo que se conoce como problemas de deglución, entre los que se encuentra la disfagia. ¿Sabes que es la disfagia y cómo puede afectar a tu vida? 

La disfagia 

La disfagia se define como la sensación o dificultad para tragar o deglutir adecuadamente alimentos sólidos o líquidos, ya sea debido a problemas mecánicos en la garganta o a trastornos neuromusculares que afectan a los músculos involucrados en la deglución1. Puede afectar a personas de todas las edades y aunque predomina entre ancianos y adultos mayores, también puede darse entre jóvenes y variar en gravedad desde leve hasta severa. En el caso de los jóvenes, la disfagia puede estar relacionada con problemas congénitos o adquiridos, como parálisis cerebral o malformaciones estructurales. 

Tipos de disfagia 

La disfagia puede clasificarse2 en dos grandes grupos, dependiendo de su origen: 

Disfagia orofaringea 

La disfagia orofaringea es la que afecta a la zona de la faringe dificultando el proceso de deglución desde el primer momento. Sus causas pueden ser diversas y pueden estar relacionadas con enfermedades tales como faringitis, amigdalitis o condiciones neurológicas como el Parkinson y la esclerosis múltiple, así como cáncer o tumores. Las personas con Trastornos de la Conducta Alimentaria tales como la anorexia nerviosa extrema, pueden desarrollar disfagia debido a la debilidad de los músculos faríngeos y los patrones no coordinados de deglución3.  

Disfagia esofágica 

En este caso, las dificultades aparecen cuando los líquidos y alimentos pasan por el esófago y sus causas pueden estar relacionadas con una hernia de hiato, condiciones relacionadas con el esófago o cáncer y tumores en esa zona. 

No obstante, fuera de estas dos clasificaciones, también podemos encontrar otro tipo de disfagia, asociada a aspectos psicológicos. Las causas para desarrollarla pueden ser diversas, pero entre las más conocidas se encuentra el miedo al atragantamiento (muy frecuente en niños), llamado fagofobia o la disfagia por ansiedad, con la que algunas personas sienten opresión en la garganta (globo faríngeo). 

Consecuencias de la disfagia 

La disfagia puede tener consecuencias significativas4 para la salud y la calidad de vida de quienes la padecen. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen: 

Desnutrición y deshidratación: si la persona tiene dificultades para ingerir suficientes alimentos y líquidos, puede llevar a la malnutrición y la deshidratación. 

Pérdida de peso: La dificultad para comer y beber puede provocar una pérdida significativa de peso, lo que puede debilitar aún más al paciente. 

Neumonía por aspiración: si los alimentos o líquidos se desvían hacia las vías respiratorias durante la deglución, puede producirse la aspiración pulmonar, lo que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y neumonía. 

Atragantamiento: muy peligroso, ya que, si un alimento se queda atrapado bloqueando completamente las vías respiratorias, puede acabar produciendo la muerte. 

Problemas sociales y emocionales: la disfagia puede afectar a la calidad de vida del paciente, a su confianza y a la autoestima de la persona, así como su capacidad para disfrutar de las comidas y la interacción social. 

En algunos casos extremos, la disfagia puede llevar a la afagia, que es la incapacidad completa para tragar, lo que resulta en la necesidad de alimentación a través de vías alternativas. 

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  • Fuente de fibra: fructooligosacáridos (FOS) e Inulina, importantes en una fórmula rica en proteínas 
  • Fuente de calcio y vitamina D que contribuye a la absorción y utilización normal del calcio y el fósforo. Contribuye además al mantenimiento de niveles normales de calcio en sangre 
  • Ácidos grasos insaturados: omega 3 y omega 6, que contribuyen a mantener los niveles normales de colesterol sanguíneo 
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FUENTES 

Lynch K., (2022) Disfagia. Perelman School of Medicine at The University of Pensylvania. Manual MSD. Recuperado de: https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornos-gastrointestinales/trastornos-esof%C3%A1gicos-y-de-la-degluci%C3%B3n/disfagia  

Morales M., & Galván G., (2021). Características clínicas de anorexia nervosa extrema. Reporte de caso. Revista de la Facultad de Medicina (México), 64(2), 26-30. Epub. Recuperado de: 

https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422021000200026#:~:text=A%20medida%20que%20el%20IMC,antecedentes%20de%20neumon%C3%ADa%20por%20aspiraci%C3%B3n.

Instituto de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello de Madrid (s.f) Disfagia: casusas, tipos y tratamientos. Faringología. Recuperado de: https://www.institutoorl-iom.com/disfagia/  

Sebastián J.J, (2001) Disfagia. Problemas de deglución. Farmacia Profesional Vol. 15. Núm 5. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-disfagia-problemas-deglucion-13013455