Las alergias son una respuesta exagerada del sistema inmunológico a sustancias inofensivas en el entorno, conocidas como alérgenos. Estas respuestas pueden variar desde molestias leves hasta reacciones graves que ponen en peligro la vida. A medida que la incidencia de alergias sigue en aumento en todo el mundo, comprender por qué nos volvemos alérgicos se ha convertido en un área de investigación médica crucial.
¿Qué es una alergia?
Una alergia es una respuesta del sistema inmunológico a un alérgeno, que puede ser cualquier sustancia que, siendo inocua para la mayoría de las personas, desencadena una respuesta alérgica1. Las fuentes de sensibilización o alérgenos comunes incluyen polen, ácaros del polvo, caspa animal, algunos alimentos, medicamentos, látex, esporas fúngicas y la picadura de insectos2. Cuando una persona alérgica entra en contacto con un alérgeno, su sistema inmunológico reacciona produciendo anticuerpos llamados inmunoglobulina E (IgE). Estos anticuerpos desencadenan la liberación de sustancias químicas, como la histamina, que causa síntomas alérgicos como vasodilatación, aumento de la permeabilidad vascular, picor, broncoconstricción y secreción de moco3.
Tipos de alergias
Existen varios tipos de alergias, como la alergia respiratoria (rinoconjuntivitis y/o asma alérgica), alergia a los alimentos, alergia a fármacos, alergia a himenópteros (alergia al veneno de abeja o avispa) o dermatitis alérgica de contacto4. Cada tipo de alergia tiene síntomas característicos y puede afectar a diferentes partes del cuerpo.
¿Cómo funcionan las alergias?
Cuando una persona sensibilizada entra en contacto con una determinada sustancia, su sistema inmunológico lo reconoce como una amenaza y lo convierte en un alérgeno, produciendo una respuesta inmune exagerada. Esta respuesta puede causar una serie de síntomas, que van desde estornudos, picazón y congestión nasal hasta dificultad para respirar, urticaria e incluso anafilaxia. La anafilaxia o shock anafiláctico consiste en una reacción alérgica extremadamente grave que afecta a todo el organismo en pocos minutos tras haber estado expuesto al alérgeno5. La gravedad de la reacción alérgica depende de varios factores, incluida la sensibilidad individual y la cantidad de alérgeno a la que se expone.
¿Nacemos con alergias? ¿Hasta qué edad puede aparecer una alergia?
Los bebés nacen con un sistema inmunológico inmaduro que necesita tiempo para desarrollarse y aprender a distinguir entre sustancias inofensivas y amenazas reales. Es por eso por lo que las alergias tienden a aparecer en la infancia o la niñez temprana, aunque también pueden desarrollarse en la edad adulta. Aunque podemos heredar una predisposición genética o riesgo a ser alérgico si alguien de nuestra familia también lo es, las alergias no se heredan directamente.
No hay una edad límite para el desarrollo de alergias; pueden surgir en cualquier momento de la vida, no obstante, las alergias alimentarias son más habituales durante la infancia y las respiratorias o a medicamentos en la edad adulta6.
¿Por qué nos volvemos alérgicos?
La predisposición genética juega un papel importante en la susceptibilidad a las alergias y en el por qué nos volvemos alérgicos. Sin embargo, la genética no lo es todo. Cambios hormonales, el estrés o incluso infecciones virales, pueden provocar cambios en nuestro sistema inmunitario que provoque una reacción diferente frente a sustancias hasta ahora inofensivas para nosotros. Factores ambientales como la contaminación, un cambio de entorno o actividades o una sensibilización latente, también pueden hacer aparecer alergias repentinas7.
¿Pueden tratarse las alergias?
Si bien las alergias no tienen cura, existen varias opciones de tratamiento disponibles para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas. La medida principal y más efectiva es evitar el contacto con el alérgeno.
En cuanto a la medicación disponible, el tratamiento habitual incluye antihistamínicos en diversos formatos como píldoras, atomizadores nasales para aliviar la picazón y el goteo nasal, gotas para los ojos o descongestionantes.
Los corticoides tópicos o inhalados, estarían indicados en el tratamiento de las manifestaciones broncopulmonares, oculonasales y cutáneas de diversas enfermedades alérgicas y para el tratamiento de emergencia en reacciones graves8.
Además, la inmunoterapia basada en vacunas contra la alergia puede ayudar a reducir la sensibilidad a los alérgenos específicos mediante la exposición gradual a dosis controladas de los mismos.
Una visita al médico para realizar una prueba cutánea en caso de sospecha será necesaria para confirmar si tienes o no alergia y qué alérgeno la provoca. El diagnóstico es importante para evitar complicaciones y será el facultativo quien decida cual es el mejor tratamiento en cada caso.
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