Movilidad articular: Aprende cómo mejorarla

Podemos sufrir una movilidad articular limitada ya sea por la edad avanzada o debido a una lesión o afección. Esto no solo puede generarnos dolores y molestias, si no también limitaciones en la calidad de vida ante la dificultad o incluso imposibilidad de realizar diversos movimientos.

Desde Arama Natural os explicamos por qué es importante cuidar la movilidad articular, por qué puede dificultarse esta, qué podemos hacer para mejorarla y qué productos con ingredientes de origen natural pueden sernos de ayuda.

¿Cuál es la importancia de la movilidad articular?

La movilidad articular consiste, como su nombre indica, en la capacidad de movimiento que presentan nuestras articulaciones.

Muchas veces el término “movilidad” se confunde con el concepto de “flexibilidad”. La flexibilidad hace referencia a la capacidad de tener músculos elásticos y tener una amplitud de movimientos en un rango específico, mientras que la movilidad no solo comprende esto si no la capacidad de poder hacer estos movimientos sin dolor e incluye la flexibilidad (muscular) y la amplitud de movimiento articular.

Además de permitirnos poder realizar diversas actividades, la movilidad articular puede contribuir a disminuir el riesgo de desgarros musculares o molestias o lesiones producidas por un exceso de tensión muscular.

La movilidad articular es importante tanto para poder seguir manteniendo las actividades del día a día como para poder rendir adecuadamente en el ejercicio físico, por ello suele trabajarse mediante calentamientos antes de la práctica deportiva.

¿Qué afecciones o lesiones pueden limitar la movilidad de las articulaciones?

La movilidad articular, como avanzábamos, puede verse limitada por diversos motivos, como la edad, lesiones o afecciones articulares. Algunos casos pueden ser los siguientes:

Edad

A medida que envejecemos nuestras articulaciones van perdiendo elementos esenciales como el ácido hialurónico o el colágeno. El ácido hialurónico es un elemento natural y propio de nuestro organismo que forma gran parte de las articulaciones, y se halla en  los cartílagos.

El colágeno, por su parte, al ser una proteína, contribuye a aumentar y conservar la masa muscular.

Otro motivo por los que a medida que envejecemos podemos ver nuestra movilidad reducida es el padecimiento de afecciones tales como la osteoporosis, que afecta a la salud de nuestros huesos, la disminución de la elasticidad de los ligamentos o la rigidez muscular.

Afecciones que cursan con inflamación

Algunas enfermedades de las articulaciones pueden producir inflamación, la cual puede comportar dolor y rigidez. Entre ellas encontramos la artrosis, la artritis o la bursitis, entre otras.

La artrosis hace referencia a la inflamación de las articulaciones y manifiesta dolor, rigidez e inflamación. Se produce cuando el cartílago que actúa como protección de la articulación se desgasta y los huesos pueden friccionar entre sí.

La artritis es otra enfermedad articular que puede producir un descenso de la movilidad articular al afectar a la membrana sinovial, la bolsa de líquido que actúa como amortiguador de las articulaciones, al igual que sucede el en el caso de la bursitis.

Finalmente, otros motivos por los que podemos apreciar una reducción de la movilidad son las dislocaciones (salidas de lugar de los huesos) y traumatismos o fracturas.

¿Cómo podemos mantener y mejorar la movilidad articular?

Debido a que una reducción de la movilidad articular puede deberse a diversos factores, en primer lugar deberemos tener en cuenta la posible causa tras ella. Llevar una dieta rica en elementos como el ácido hialurónico, el colágeno, el zinc, el magnesio o la vitamina C podrá ser de ayuda para cuidar nuestros huesos desde el interior y promover su correcto funcionamiento.

Contar con las suficientes horas de sueño también será beneficioso para aportar a nuestras articulaciones la capacidad de fortalecerse y regenerarse.

Tanto el caso de que esta reducción de la movilidad esté relacionada con afecciones que cursen con inflamación como en el caso de posibles fracturas, dislocaciones o casos de pérdida degenerativa de la movilidad será importante acudir a un profesional médico o fisioterapeuta para completar el tratamiento.

Finalmente, el ejercicio moderado y continuo puede ser otro de los puntos más importantes para ir ampliando la movilidad articular y evitar la rigidez que puede producirnos otras lesiones.

5 o 10 minutos diarios de ejercicios como estiramientos, yoga o Pilates, así como aquellos recomendados por un profesional fisioterapeuta, nos ayudarán a ir trabajando la movilidad y promover el flujo sanguíneo.

Si quieres ampliar tu movilidad articular y cuidar tus articulaciones te recomendamos seguir los consejos de nuestro blog. Además, te invitamos a conocer nuestros productos con ingredientes de origen natural de la gama Osteoarticular, ¡que ayudarán en tus articulaciones para que puedas con todo!