Lesiones por esfuerzo repetitivo: ¿Cómo actuar?

Muchas profesiones requieren de la realización de movimientos repetitivos y mantenidos por amplios períodos de tiempo, ya sea con intervención de fuerza como sin ella.

Ante estas situaciones se presentan distintas lesiones articulares, denominadas lesiones de esfuerzo repetitivo o lesiones de movimiento repetitivo (en adelante LER).

Desde Arama Natural os explicamos qué relación tienen estos gestos con las lesiones articulares, cómo evitarlas y cómo los complementos alimenticios para las articulaciones contribuyen a su bienestar.

¿Qué son las lesiones por esfuerzo repetitivo (LER)?

Las LER son lesiones articulares asociadas a una actividad concreta realizada de forma repetida o sostenida en largos períodos de tiempo. En la mayoría de los casos afectan a la zona superior del cuerpo, como en las manos, muñecas, codos,  y hombros, pero también pueden presentarse en la parte inferior del cuerpo.

Categorización de las LER

Las LER pueden diferenciarse en los tipos 1 y 2. Las lesiones de tipo 1 son aquellas cuyos síntomas se pueden atribuir a  una patología médica fácilmente diagnosticable y reconocida. Ejemplos de este tipo son la Tendinitis del Tendón de Aquiles, el Síndrome del Túnel Carpiano, el codo de tenista, el calambre de escritor o el Síndrome del manguito rotador.

Por otra parte, las lesiones de tipo 2 son aquellas en las que existe una molestia o dolor sordo, es decir, difuso o de foco y origen indefinido, cuyos síntomas no se pueden imputar a ningún cuadro sintomático concreto o en las que no se aprecia hinchazón o inflamación.

Síntomas de las lesiones por esfuerzo repetitivo

Aunque los síntomas dependerán de la zona y de la causa que los origine, este tipo de lesiones suelen presentar en la mayoría de los casos los siguientes síntomas:

  • Dolor (agudo o sordo)
  • Debilidad o fatiga muscular
  • Entumecimiento y adormecimiento de la zona
  • Hormigueos y/o calambres
  • Rigidez
  • Posible hinchazón

En cuánto al dolor, dependiendo de su grado, puede presentarse de forma permanente, incluso en reposo.

Causas de las lesiones por esfuerzo repetitivo

Además de la realización de actividades repetidas o durante largos períodos de tiempo o sin adecuados momentos de descanso, existen diversos factores que pueden incrementar el riesgo o empeorar el padecimiento de lesiones articulares:

  • Realización de actividades de fuerza y/o contra resistencia
  • Mantenimiento de posturas incómodas, extremas o fijas
  • Alta velocidad de movimiento
  • Trabajo con equipos de vibración
  • Ambientes fríos

Diagnóstico y tratamiento de las lesiones por esfuerzo repetitivo

Diagnóstico lesiones por esfuerzo repetitivo

Al tratarse de lesiones del aparato musculo-esquelético, en primer lugar el médico realizará varias preguntas al paciente respecto a sus molestias y posibles antecedentes, para a continuación pasar a realizar una exploración física.

De tratarse de una lesión Tipo 1, podrá vincularse con una patología concreta, sin embargo, de no poderse hallar una causa concreta, hablaríamos de una lesión de tipo 2, frente a la cual el profesional podría valorar el uso de herramientas de diagnóstico por imagen como las radiografías.

Tratamiento lesiones por esfuerzo repetitivo

Debido a su amplia diversidad, no existe un tratamiento específico o aglutinante para todo este tipo de lesiones, pero sí algunas consideraciones a tener en cuenta y que pueden ser de ayuda tanto para evitarlas como para disminuir y calmar sus efectos.

En primer lugar, si es posible, sería recomendable evitar totalmente la actividad que se sospecha ha podido desencadenar la lesión o al menos, de forma temporal.

El profesional sanitario podrá recomendar analgésicos y antiinflamatorios para el tratamiento del dolor, sin embargo, esto podría atenuar la sensación de dolor, haciendo que se prosiga en la acción que causa la lesión.

También podría valorarse la aplicación de calor o frío, el uso de terapias como la fisioterapia o la osteopatía, o en casos más graves, la cirugía.

Medidas de prevención

Ciertos hábitos podrán no sólo mejorar una lesión actual, si no evitar futuras dolencias. Algunas medidas a tener en cuenta son las siguientes:

  • Intentar evitar repetición de movimientos y realizar rotación de tareas
  • Intentar reducir la fuerza y la velocidad de los movimientos, así como aquellos con resistencia
  • Evitar posturas fijas
  • Realizar períodos de reposo
  • Valorar la automatización de tareas
  • Obtención de equipamiento y espacios laborales correctamente adaptados
  • Disminuir el estrés y la tensión corporal mediante la natación, el Pilates o el Yoga.
  • Realización de ejercicios de relajación y estiramiento
  • Adoptar buenos hábitos de sueño
  • Evitar el consumo del tabaco y del alcohol
  • Llevar una dieta equilibrada mediante alimentos ricos en vitaminas del grupo B, magnesio, zinc o ácido fólico.

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