
Pinchazos, adormecimiento, quemazón, frío... son algunas de las sensaciones que puedes experimentar si padeces dolor neuropático, un trastorno que, si no se trata de forma correcta, puede ser muy molesto.
Para poder tratar el tema del dolor neuropático, primero queremos desarrollar qué es el dolor. El dolor según la RAE es una “Sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior”.
Esta de sensación depende de la estimulación de los receptores del dolor para las lesiones de los tejidos (nociceptores), que están localizados principalmente en la piel o en órganos internos. Este tipo de dolor es el más común y se le conoce como dolor nociceptivo.
Por otro lado, el dolor neuropático aparece por un daño o por un funcionamiento anormal del sistema nervioso que comienza a interpretar estímulos sensoriales comunes como si fueran sensaciones muy dolorosas.
¿Qué es el dolor neuropático?
A diferencia de otros tipos de dolor que se originan en determinadas lesiones, el dolor neuropático tiene un origen neurológico, es decir, se produce directamente en el sistema nervioso.
Su causa principal es un daño o alteración en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) o en la periferia (nervios que salen de la médula espinal). Este tipo de dolor es más difícil de diagnosticar porque aparentemente no tiene ninguna causa, ya que el dolor acaba camuflándose en el sistema nervioso.
¿Por qué aparece el dolor neuropático?
Esta disfunción de determinadas zonas del tejido nervioso puede iniciarse sin causa evidente (como puede ser el caso de la fibromialgia), también puede producirse por la aparición del herpes zóster (neuralgia posherpética), o como consecuencia de algunas enfermedades como la diabetes.
Otra de las causas de este tipo de dolor es que un golpe puede provocar la compresión de un nervio. Si este nervio se comprime durante un tiempo prolongado o de forma crónica, producirá un entumecimiento, hormigueo o la aparición del dolor neuropático. Un ejemplo claro puede ser el síndrome del túnel carpiano, del que ya te hemos hablado en otros posts.
Además, este tipo de lesión puede aparecer de forma más rápida si estamos expuestos a desequilibrios nutritivos, infecciones u otros trastornos como la ansiedad, depresión o insomnio.
Síntomas del dolor neuropático
Las personas que experimentan y sufren el dolor neuropático, lo describen como un dolor intenso, permanente y punzante. Incluso pueden sentir hormigueo, sensación de agujetas o de adormecimiento, pesadez e incluso calambres y sensación de descarga eléctrica. En algunos casos, el dolor neuropático puede presentarse con una falta de sensibilidad o por el contrario con una hipersensibilidad que provoca la aparición del dolor con un simple roce.
Algunas personas pueden generar hiperalgesia, que provoca un aumento de la percepción del dolor. Es decir, si recibes un golpe pequeño que para un individuo común es algo insignificante, tú lo puedes llegar a experimentar un dolor intenso.
Este dolor neuropático suele focalizarse en partes concretas del cuerpo humano (sean brazos o piernas), pero también puede presentarse en distintas zonas como un dolor crónico. Aunque este tipo de lesión es común a cualquier edad, suele afectar a personas de entre 45 y 65 años.
¿Qué soluciones o tratamiento puedo aplicar?
Para poder reducir el dolor neuropático existen tratamientos farmacológicos que ayudarán a controlarlo y a mejorar tu calidad de vida.
Neural es un complemento alimenticio que por su aporte nutricional a base de uridina 5-monofosfato, quinonas, polifenoles, magnesio, l-metilfolato y vitamina B12 actúa como coadyuvante en caso de molestias debidas a las lesiones de los nervios periféricos por compresión, pinzamiento o irritación nerviosa.
De este modo, con 1 o 2 comprimidos se contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso. Además, por su composición es un complemento alimenticio que puede servir de ayuda como soporte nutricional en casos de lesiones que afectan al sistema nervioso.
Otras recomendaciones son no tocar el área de dolor para no intensificarlo ni generar más estímulos. Ya que de esta manera el cerebro recibe información de la zona afectada y responde con dolor. Así pues, ante este tipo de lesión te recomendamos que evites un contacto directo con cremas o hielo.
Si notas que esa zona te quema o experimentas hinchazón, puedes colocarte hielo, pero en una zona próxima. De este modo, el cerebro lo recibirá como un estímulo positivo.
Escuchar a tu cuerpo, es importante. No solo saber y analizar cuándo aparece el dolor o por qué se intensifica sino también recibir asistencia psicológica para intentar dejar de lado la preocupación y el desánimo.
Es importante empezar a cuidarse y llevar una vida saludable para poder afrontar el dolor. Si sigues estos consejos y herramientas, reducirás el dolor neuropático, te sentirás mejor y ayudarás a mejorar tu calidad de vida.
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Dolor.com. “¿Qué es el dolor neuropático?”. Recuperado de: https://www.dolor.com/para-sus-pacientes/tipos-de-dolor/dolor-neuropatico
Manual MSD. “Dolor neuropático”. Recuperado de: https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornos-neurol%C3%B3gicos/dolor/dolor-neurop%C3%A1tico
Fesemi. “Dolor neuropático”. Recuperado de: https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-enfermedad/dolor-neuropatico