
Las tensiones o el dolor de espalda pueden aparecer por emociones o estrés. Si escuchamos nuestro cuerpo, podremos mejorar nuestra salud lumbar.
Cada vez son más los españoles que sufrimos dolor de espalda, cervical o lumbalgia. ¿Pero cuál es la causa? ¡Existen muchísimas y nuestra principal recomendación es que visites a un profesional para que diagnostique el motivo y pueda tratarlo con exactitud!
Estos dolores lumbares pueden afectar en tu día a día, ya sea durmiendo mal y descansando poco o adoptando una mala postura. Y, aunque las causas pueden ser físicas por levantar peso de forma inadecuada, falta de ejercicio o por sobrepeso, también pueden estar relacionadas con las emociones.
Las emociones y el dolor de espalda
Hoy vamos a explicarte la relación que existe entre el dolor de espalda y las emociones. La columna vertebral es uno de los pilares más importantes del cuerpo humano que está compuesta por 33 vértebras, distribuidas en las siguientes áreas: columna cervical, columna dorsal, columna lumbar y sacro.
Existe una relación entre el cuerpo y la mente, tal es así que nuestras emociones negativas pueden repercutir en desagradables dolores físicos.
Factores como el estrés o la ansiedad pueden producir pequeños cambios en estructuras del cuerpo, que paulatinamente se van traduciendo en inflamación, problemas de coordinación y etapas de dolor que afectan a nuestro día a día.
¿Qué emociones son las que provocan el dolor de espalda?
Así pues, las emociones se van acumulando y eso provoca la aparición de tensiones en ciertas partes del cuerpo como los hombros, cervicales o espalda.
Estrés
El estrés es una de las emociones que pueden influir en distintos grupos musculares que contribuyen al funcionamiento de la espalda. Un ejemplo claro son los abdominales o la musculatura paravertebral que ayudan a mantener la postura y el equilibrio mientras nos movemos.
Cuando experimentamos una etapa de estrés, lo que sucede es que, de forma inconsciente, ponemos en tensión los músculos de la mandíbula, los que rodean los ojos y la boca, pero también los del cuello y la espalda. Estos músculos entran en tensión, pero una vez ha desaparecido la etapa de estrés, vuelven a una etapa de relajación. Esta fase no es una situación negativa, pero puede ser perjudicial para nuestro cuerpo si es prácticamente continuada.
Ansiedad
La ansiedad es otro trastorno que puede afectar a nuestra salud física. Este factor repercute de manera negativa porque se libera el cortisol que es la hormona del estrés y provoca algunos síntomas como fatiga muscular, tensión muscular o incluso mareos o vértigos.
¿Cómo puedo aliviar el dolor de espalda producido por las emociones?
Cada persona es diferente y tenemos que ser conscientes y responsables de nuestros actos. Si identificamos los hábitos que nos producen estrés o ansiedad será más fácil ponerle remedio. Es importante siempre escuchar a nuestro cuerpo para conocer cuál es el motivo de nuestro dolor lumbar y así saber cómo lo podemos remediar.
Existen algunos trucos o rutinas que pueden ayudarte a mejorar el dolor de espalda y a reducir esa tensión. Hemos seleccionado tres de ellas para que mejores tu zona lumbar y reduzcas esas emociones negativas que te producen dolor:
1. Practicar deporte
Cuando estamos practicando deporte, las endorfinas se liberan y nos proporcionan una sensación de bienestar. Además, realizar ejercicio no solo mejora nuestro estado mental sino también la zona lumbar, si sabes cómo. Existen varios ejercicios que pueden ayudarte a muscular la espalda y reducir el dolor.
Un ejemplo práctico son los estiramientos tumbados en suelo con las rodillas en el pecho durante 15-30 segundos porque ayudan a aliviar el dolor y refuerzan la musculatura.
2. Dormir 8 horas
Cuando dormimos, nuestro cerebro organiza toda la información que hemos ido adquiriendo durante el día. De este modo, se reducen los niveles de estrés y como consecuencia la causa del dolor de espalda también.
3. Respirar correctamente
Existen ejercicios de respiración que ayudan a controlar las emociones y a mejorar la tensión que producen el estrés y la ansiedad. Las respiraciones lentas y profundas consiguen que el estrés se reduzca.
Los ejercicios de respiración permiten mejorar nuestra postura y reducir la tensión que se acumula en la musculatura diafragmática. Así pues, no solo mejoramos la salud lumbar, sino que también aliviamos la ansiedad.
Como hemos visto, en algunas ocasiones el dolor de espalda es sinónimo del estilo de vida que llevamos. Cuando empiecen a aparecer estos síntomas, es importante escuchar nuestro cuerpo e intentar canalizar todo lo que nos pueda conllevar estrés o ansiedad para así volver a la rutina con las pilas cargadas y una espalda en forma.
Fisioterapia Padilla. "Relación entre el dolor de espalda y las emociones". Recuperado de: https://www.fisioterapiapadilla.es/relacion-entre-el-dolor-de-espalda-y-las-emociones/#:~:text=El%20estr%C3%A9s%2C%20un%20bajo%20estado,repercutir%20en%20desagradables%20dolores%20f%C3%ADsicos
Cuerpomente. "¿Cómo aliviar el dolor de espalda por causas emocionales?". Recuperado de: https://www.cuerpomente.com/salud-natural/tratamientos/como-aliviar-causa-emocional-dolor-espalda_2344
Hospital Manises. "Dolor de espalda y estrés". Recuperado de: https://www.hospitalmanises.es/blog/dolor-de-espalda-y-estres/
Fisioterapia-online: "La ansiedad y su relación con los dolores de espalda". Recuperado de: https://www.fisioterapia-online.com/infografias/la-ansiedad-y-su-relacion-con-los-dolores-de-espalda