
Hoy hablaremos de la articulación acromioclavicular de entre la gran cantidad de huesos, músculos y articulaciones del cuerpo humano. Hasta ahora habíamos hablado únicamente de las principales articulaciones de nuestro cuerpo y de las articulaciones temporomandibulares.
Desde Arama Natural os explicamos qué es la articulación acromioclavicular, cómo es su estructura, cuáles son sus funciones, cuáles pueden ser sus principales lesiones, cómo podemos cuidarla y qué productos con ingredientes de origen natural pueden sernos de ayuda.
¿Cuál es la articulación acromioclavicular?
La articulación acromioclavicular (AAC) es la articulación sinovial y semimóvil que sirve de unión entre el hueso de la clavícula y la escápula u omoplato, concretamente con el acromion. Ésta es la única articulación que une el omoplato con el tronco, concretamente uniéndose la clavícula con el esternón, en la parte central de la caja torácica. [1]
En este sentido, debido a la relación que la AAC tiene con ella, debemos tener también en cuenta la articulación glenohumeral, aquella que une el omoplato con el húmero.
¿Cómo es la estructura de esta articulación del homoplato?
Para entender en qué consiste exactamente la articulación acromioclavicular pasaremos a explicar cada una de las partes que la componen:
Clavícula
La clavícula es un hueso que actúa de unión entre el tronco y la extremidad superior. Puede apreciarse y palparse de forma fácil en la parte superior del pecho y presenta una suave forma de S, convexa en la parte medial y cóncava en la parte lateral, ambas hacia delante. En el lado esternal (más interno) es más grueso mientras que en el acromial (más externo) es más plano.
Escápula u omoplato
La escápula u omoplato es un hueso grande, plano y en forma triangular, situado en la parte posterior del tronco. Cuenta con tres bordes, el superior, el inferior y el medial, y tres apófisis (partes salientes de un hueso por las que se articula con otro o en el que se inserta un músculo). Estas apófisis son la espina, el acromion (proyección ósea de la espina que se une a la clavícula formando un arco sobre la cabeza del húmero), y la apófisis coracoides (un saliente óseo situado en la parte superior y trasera del omoplato que une este hueso con la cabeza del húmero).
Húmero
El húmero es un hueso largo que forma la parte superior del brazo. En su parte superior se articula, mediante la cavidad glenoidea con el omoplato. Por la parte inferior, se articula con los huesos del antebrazo (radio y cúbito) formando la articulación del codo.
Otros elementos de unión y estabilizadores
Además de las piezas óseas que conforman esta articulación existen otros elementos que participan en ella como uniones y estabilizadores, tales como los ligamentos o los músculos de la zona.
El ligamento coracoclavicular une la clavícula con la apófisis coracoides, el arco coracromial une el acromion con la apófisis coracoides y la cápsula fibrosa y el ligamento transverso unen el omoplato con la cabeza del húmero.
¿Cuáles son las funciones de la articulación acromioclavicular?
La articulación acromioclavicular actúa como un punto de giro y permite la rotación, desplazamiento, antepulsión y retropulsión del brazo, permitiendo que podamos subir y bajar este, así como moverlo hacia atrás, hacia delante o rotarlo.
¿Cuáles son las principales lesiones de la articulación acromioclavicular?
Debido a la frágil estructura de los huesos y otros elementos que la conforman y su importante función biomecánica, la articulación acromioclavicular puede lesionarse frecuentemente en forma de esguinces, fracturas o luxaciones, a causa de caídas, traumatismos, presiones o gestos incorrectos.
Asimismo, otra de sus posibles afecciones puede ser la artrosis.
¿Cómo podemos cuidar la articulación acromioclavicular?
Para cuidar las articulaciones en primer lugar es importante que contribuyamos a su salud y fortalecimiento mediante una dieta sana y rica en minerales como el zinc o el magnesio, vitaminas como la vitamina C, y nutrientes como el ácido hialurónico o el colágeno.
La vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno, el colágeno, el magnesio y el zinc contribuyen al mantenimiento de los huesos en condiciones normales y el ácido hialurónico es un elemento propio del cuerpo que forma parte de las articulaciones.
Además de esto, también es recomendable mantener unos correctos hábitos de sueño, durmiendo al menos 8 horas, para que el cuerpo pueda fortalecerse y regenerarse. Así podremos evitar cualquier tipo de factor que pueda dañar las articulaciones.
¡Cuida tus articulaciones! Para ello, te recomendamos seguir los consejos de nuestro blog y te invitamos a conocer nuestros productos con ingredientes de origen natural.
[1] Adrián Cuéllar Ayestarán, Ricardo Cuéllar Gutiérrez. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Hospital Galdakao-Usansolo, Galdakao y Departamento de Traumatología y Cirugía Ortopédica, Hospital Universitario Donostia, San Sebastián. Anatomía y función de la articulación acromioclavicular. 2015. Revista Española de Artroscopia y Cirugía Articular. Vol. 22. Núm. 1. páginas 3-10. Recuperado de: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-artroscopia-cirugia-articular-206-articulo-anatomia-funcion-articulacion-acromioclavicular-S2386312915000341