Alimentación y crecimiento: derribamos mitos de la crianza infantil 

La infancia, marcada por rápidos cambios físicos, emocionales y cognitivos, es una etapa crucial en el desarrollo humano. Ocupa desde el nacimiento hasta la pubertad1, y es, sin duda, un período que influye en nuestra maduración y bienestar a lo largo de la vida. Cuando pasamos de ser infantes a ser adultos cuidadores, pueden asaltarnos dudas sobre la crianza o la alimentación de los más pequeños. En el blog de este mes hablamos de alimentación y crecimiento para derribar algunos mitos sobre la crianza infantil.  

La infancia y el sistema inmune 

El nacimiento y la infancia suponen el punto de partida. A través de la observación y el contacto con el entorno, los niños aprenden a interactuar utilizando los sentidos para desarrollar, con el tiempo, nuevas capacidades. 

Esta relación con el entorno también conlleva el contacto con alérgenos, virus y bacterias, que hacen que los más pequeños enfermen con recurrencia, ya que en esta etapa de la vida su sistema inmune aún se encuentra inexperto y debe madurarse a través de esta exposición2.  

A medida que los niños crecen, su sistema inmunológico se va fortaleciendo, construyendo defensas naturales ante las diversas amenazas. En esta etapa de la vida, la exposición a gérmenes y microorganismos es esencial para el desarrollo del sistema inmunológico. 

Resfriados, resfriados y más resfriados 

A veces los bebés y los niños atrapan un resfriado y desde entonces, parece que no paran de enfermar. El director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Málaga) Fernando Fariñas, aclara que el hecho de “que un menor presente de 8 a 10 infecciones respiratorias al año no es sinónimo de que presente una falta de defensas o una enfermedad grave”3

No obstante, a nosotros como cuidadores nos preocupa y por ello, hacemos uso de restricciones y advertencias con el objetivo de evitar catarros: “no andes descalzo que te vas a resfriar”, “sécate el pelo antes de ir a la cama que te va a doler la garganta”, “no te quites la chaqueta que te va a dar una pulmonía”. Preocuparnos es genial, pero ¿acaso tienen base científica nuestras advertencias?  

Resolvemos mitos sobre alimentación y crecimiento 

Resfriarse por andar descalzo, ir a dormir con el pelo mojado, ir desabrigado, en resumen: el frío que resfría 

Todos lo hemos escuchado alguna vez o incluso, lo hemos pronunciado: ¡no andes descalzo que te vas a resfriar! Pues bien, debemos aclarar que el frío por sí solo no resfría. La exposición al frío no es directamente responsable de resfriados, sino que los resfriados son causados por virus, y su propagación está relacionada con la exposición a personas infectadas o al virus, no con la temperatura ambiente. Andar descalzo o ir poco abrigado no aumenta el riesgo de resfriados, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias para evitar la exposición directa a virus y gérmenes. Si bien es cierto que, con el frío y la humedad, nuestro sistema inmunológico puede debilitarse y con ello aumentar el riesgo de contagiarnos. Por eso tenemos la sensación de que el frío es el que nos refría.  

Y una vez resfriados… 

Es importante descansar y reforzar la alimentación:  

¿Son los alimentos frescos más saludables que los congelados? 

Como no, este es otro de los mitos sobre alimentación y crecimiento. Muchas personas creen que los alimentos frescos son inherentemente más nutritivos que los congelados. Sin embargo, la evidencia confirma que, en muchos casos, los alimentos congelados pueden ser igual de nutritivos, e incluso a veces más que los frescos, ya que se cosechan y se congelan en su punto óptimo de frescura, conservando así sus nutrientes de manera eficiente4. Eso sí, debemos tener en cuenta que no todos los alimentos son aptos para ser congelados, ya que su textura o sabor puede verse alterado durante el proceso. 

Mejor no tomar leche o lácteos durante el resfriado, ya que puede aumentar la mucosidad 

Ya os advertimos de que se trata de otro mito. Esta creencia ha sido desacreditada por los profesionales médicos5. La mucosidad es una respuesta natural del cuerpo a las infecciones virales y no está directamente relacionada con la ingesta de leche. De hecho, la leche es una fuente rica en nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo infantil y no hay evidencia sólida que respalde la asociación entre la leche y un aumento en la producción de mucosidad. 

Ahora que hemos desmitificado algunas creencias sobre alimentación y crecimiento, si quieres estar al día acerca de temas relacionados con la salud y el bienestar, puedes seguirnos en nuestras redes sociales Facebook, Instagram y TikTok, ¡te esperamos! 

 

FUENTES

1 Clínica Universidad de Navarra (s.f) La infancia. Diccionario Médico. Recuperado de: https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/infancia  

2 Fariñas F (2022) Para Infosalus. ¿Por qué es tan necesario que los bebés estén expuestos a los microbios del ambiente? ¡No limpies en exceso! Recuperado de: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-tan-necesario-bebes-esten-expuestos-microbios-ambiente-no-limpies-exceso-20220411081351.html  

3 Fariñas F (2022) Para Infosalus. ¿Por qué es tan necesario que los bebés estén expuestos a los microbios del ambiente? ¡No limpies en exceso! Recuperado de: https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-tan-necesario-bebes-esten-expuestos-microbios-ambiente-no-limpies-exceso-20220411081351.html 

4 Ellis E, MS, RDN,LDN (2022) Frozen Foods: Convenient and Nutritious. Academy of Nutrition and Dietetics. Recuperado de: https://www.eatright.org/food/planning/smart-shopping/frozen-foods-convenient-and-nutritious#:~:text=Generally%2C%20frozen%20foods%20retain%20their,time%20while%20freezing%20preserves%20nutrients  

5 Baughn J. (2023) Síntomas del resfrío: ¿Tomar leche aumenta la flema? Mayo Clinic. Recuperado de: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/common-cold/expert-answers/phlegm/faq-20058015#:~:text=No.,garganta%20se%20vuelve%20m%C3%A1s%20espesa.